Así tituló el historiador Ángel Viñas un libro en el que, junto a otros autores, se dedicó a desmentir todos los bulos que empezaban a correr sobre la República y la Guerra Civil. Gente seria y de prestigio y no la caterva de indocumentados, palanganeros de la derecha, insufribles pseudointelectuales, que miran por encima del hombre y que no sólo desprecian cuanto ignoran, sino que inventan un pasado que nunca existió… Lo siento, como diría el gran Rubianes: “se me calienta la boca” (en este caso la mano).
Como ya sabéis, soy del ramo así que he decidido implicarme al cien por cien, a través de estos escritos y en todos los foros en que tengan a bien permitirme intervenir. Y lo hago porque creo que esto es parte de la ofensiva que la derecha, empujada por los vientos de la extrema derecha, está llevando a cabo. Es lo que, modestamente, he bautizado como “Weimerización”. Una palabreja que quiere describir el proceso de destrucción sistemática de la democracia alemana nacida en 1918 y en la que anidó el huevo de la serpiente nazi. Hablar mal de Weimar justifica su final, ignorando que lo que vino después fue infinitamente peor. Pero eso, para algunos, ya es otra historia.
Blanquear a las unidades croatas que colaboraron con los nazis, justificar y ensalzar la Francia de Petain y, por supuesto, el escandaloso calificativo de ley de concordia, por no llamarla de la victoria, en las comunidades del PP y VOX.
Y si eran pocos, aparecen las Nuevas Generaciones del PP. Esos muchachos y muchachas que se enfundan camisetas con Txapote y la fruta y cuyos logros son conseguir chupitos gratis para su afiliación. Pues bien, se les ha ocurrido organizar un acto sobre la II República de título tan sugerente como “IIª República ¿algo que celebrar?”. Casi nada, lo siguiente será “Y tuvieron lo que se merecieron”. Que estos organicen un acto sobre la II República es como si el Betis celebrara un acto sobre el Sevilla o que se yo. Lo que se les ocurra. Y lo organizan el 14 de abril, supongo que porque ha caído en domingo y al salir de misa pues se han juntado. Ponentes de prestigio: un diputado del PP que dice que Pedro Sánchez es como Franco, una minucia. Y casi nada, esa autoridad en el mundo de la historiografía que es Esperanza Aguirre. La República no es nada a celebrar, la culpa de la guerra la tuvo el PSOE, lo del 34 fue un golpe de estado por no aceptar los resultados del 33, etc. Un conjunto de majaderías como aquella que montó el políticamente extinto Pablo Casado con el exministro Camuñas, diciendo que lo de Franco no fue un golpe de estado porque la República lo hizo tan mal que tuvo su merecido. Lo mismo que el aquelarre montado este domingo… Y, por supuesto, estoy seguro de que hoy se ha contado en sus colegios, que los tienen y no pocos.
Decía Marx que dejar el error sin refutación es una inmoralidad intelectual. Esto no son errores, son falsedades interesadas y que insultan la memoria de España. Lo que sí sé es que no quiero que me acusen de inmoral intelectual.
