Luís Miguel Guerra es profesor, historiador, novelista y secretario de Formación del PSC de Barcelona.
Dicen que los fariseos era una secta que decía practicar a rajatabla el rigor y la austeridad además de permitirse acusar a los que no participaban de su ideario. El problema es que decían una cosa y hacían otra, siendo los primeros en pasarse la ley por el llamado forro de los encantos. También podríamos hablar de moral burguesa, esa que en público era intachable en seriedad y rigor, familias como Dios manda. Después resulta que la santa se quedaba en casa y los burgueses llenaban prostíbulos de lujo, casas de juego, amén de machacar a las clases que ellos consideraban inferiores. Pero todo por un interés mayor.
Saltó lo de Koldo y el diputado Ábalos. No voy a entrar en la necesaria ejemplaridad de la política y más tratándose de los míos. Puede no haber responsabilidades penales pero sí políticas y se ha de tener muy presente. Y si se trata de una caza de brujas, ahí está el caso Besteiro, cuando se demuestra que no hubo nada se vuelve. Puede que se ponga en duda con esto la presunción de inocencia pero teniendo en cuenta la pocilga/lodazal que hay enfrente y que lejos de limpiar, se ahonda más queriendo arrastrar a todo el mundo a refocilarse en la mierda. Decía Mark Twain que si bajas a competir con un idiota te ganará, porque él está en su terreno.
Aquí tenemos al PP hinchado de casos de corrupción por los que nadie responde, porque curiosamente el culpable o es el portero de la finca, o ha perdido la memoria o está muerto. Jamás un responsable por arriba, ese M. Rajoy desconocido para todos.
Ahora mismo escucho al portavoz Tellado, un tipo traído de Galicia por Feijoo involucrado en las acusaciones falsas contra Besteiro. Habla de caso histórico, de responsabilidad de Pedro Sánchez, de Francina Armengol y si fuera necesario hasta de Pablo Iglesias, el fundador por supuesto… Es repugnante con que levedad el PP quiere arrastrar a todo el mundo a su lodazal. ¿Puede un tipo que se fotografió con narcos en la época más dura de la droga en Galicia pedir responsabilidades? El mismo que llegó al poder porque el jefe de su partido trató de limpiar lo que había sucedido en Madrid, curiosa también la celeridad, necesaria, con la que se ha tratado este caso, la misma con la que se olvidó lo del hermano de Ayuso, detonante de la caída de Casado. ¿Puede un partido condenado por corrupción sistémica, que no ha hecho nada por limpiarse, actuar de esta manera?
El PP sigue tratando de liquidar las instituciones, la confianza en la política y jugar al cuanto peor, mejor. Porque ellos saben que ahí pueden ganar y que aunque no se mejore nada cuando estén en el poder, porque empeorará, que mejor que una buena pocilga para perpetuarse. Al fin y al cabo nacidos para mandar… ¿Y la ética? Como los patos de Ayuso.