Hoy es un día para la dignidad democrática y la reparación social y ciudadana. No porque hoy jure la Constitución la princesa de Asturias, sino porque ya des de hace un año, cada 31 de octubre, es el día del recuerdo y homenaje a las víctimas de la dictadura franquista.
Este día instaurado gracias a la nueva Ley de Memoria Democrática impulsada por el gobierno presidido por Pedro Sánchez, nos otorga al conjunto de la ciudadanía, un día de reflexión y recuerdo y un día de dignidad. En nuestro país han pasado demasiados años desde la dictadura y sobre todo demasiados años en democracia sin que un día como este existiría. Han tenido que pasar más de cuatro décadas para que un gobierno socialista devolviera la dignidad a un país y, en especial, a los cientos de miles de víctimas de la dictadura.
Es fácil que nos encontremos con discursos de la derecha y la extrema derecha diciendo que lo que se busca con días como el de hoy es reabrir heridas, o buscar culpables. Nada más lejos de la realidad y de la verdad, porque ni se buscan culpables ni se reabren heridas, sino todo lo contrario: se permite resarcir a los familiares de las víctimas y a las propias víctimas con un día de reconocimiento al su sufrimiento por el cual pasaron.
No podemos olvidar que muchas de las víctimas de la dictadura franquista fueron luchadores por la libertad y la democracia, pero es que durante la dictadura no solo se reprimió con dureza a toda aquella persona que protestaba y luchaba por sus derechos, como políticos en la oposición o sindicalistas. Se reprimió y torturo, también, a miles de personas del colectivo LGTBI+, a cientos de mujeres que buscaban su libertad y luchaban por sus derechos, a docenas de profesores, enfermeros, doctores, policías etc. Todos ellos depurados por el régimen y si bien no todas estas personas sufrieron torturas, si todas fueron víctimas del franquismo y su férreo control social.
He aquí una de las fortalezas de nuestra democracia y de la dignidad de un día como hoy: la libertad de ser libres, de amar a quien queramos en libertad, de poder expresar nuestras ideas con la tranquilidad que nadie ira a la cárcel por sus ideales o convicciones democráticas, o que no perderás tu puesto de trabajo por un posicionamiento político, o simple y llanamente porque alguien te ha denunciado o quiera librarse de ti.
Hoy es un día de dignidad, un día de recuerdo y de melancolía pero no de tristeza, porque gracias a los que lucharon por nuestra libertad y democracia hoy disfrutamos de la misma. Gracias a los que se mantuvieron libres aun en los momentos más oscuros de nuestro país, hoy hay luz y modernidad en nuestro. Por todo ello, el día de las víctimas del franquismo es un día de dignidad democrática y de justicia.
Gracias por todo lo que hicisteis y luchasteis. Siempre os recordaremos, no solo cada 31 de octubre, sino todos los días del año.